El pasado 16 de febrero remitieron una carta al Ayuntamiento de Gordexola para pedir los planes de retirada, una vez el Ayuntamiento vizcaíno ha completado todas sus soluciones alternativas previstas
El alcalde de Artziniega, Joseba Vivanco, y el de Aiara, Pruden Otegi, han solicitado por escrito al Ayuntamiento de Gordexola que les informe sobre sus planes para comenzar a eliminar resaltos de la carretera BI-2604 que atraviesa la localidad vecina de Bizkaia, una vez que su Ayuntamiento ha llevado a cabo las tres fases que en su día la Diputación vizcaína definió en un plan de actuaciones previo a proceder a la eliminación de los numerosos badenes que salpican este tramo de apenas 8 kilómetros. Ambos alcaldes entienden que “no caben ya más demoras ni excusas. Por lo tanto entendemos que tras años de solicitudes, de reclamaciones, de mediaciones por parte de diferentes estamentos, de años de paciencia, ha llegado la hora de que el Ayuntamiento de Gordexola acometa la eliminación progresiva de badenes”.
La carta, remitida el pasado 16 de febrero a la alcaldesa de Gordexola, y que aun no ha tenido contestación, reclama que esta comunique a Artziniega y Aiara “a la mayor brevedad posible sus intenciones y planes para este 2024 sobre la eliminación de badenes a la que se comprometió en su día”. Al mismo tiempo, solicitan al Consistorio vizcaíno que “cumpla con sus compromisos de estos últimos años y proceda a la progresiva eliminación de reductores de velocidad una vez finalizadas” las diferentes fases del plan redactado en su día por la Diputación de Bizkaia.
Estamos ante una problemática que data de 2008 cuando el Ayuntamiento de Gordexola, al que la Diputación vizcaína había cedido la titularidad de su tramo de carretera en 2005, decide comenzar a colocar badenes, hasta 19 en total, los cuales prácticamente se mantienen desde entonces; es más, durante estos días el Ayuntamiento ha colocado otro resalto más, lo que ha generado ya las primeras críticas de muchos de quienes utilizan esta carretera para desplazarse hacia Bizkaia y especialmente el Gran Bilbao.
Desde aquel entonces, se han sucedido protestas ciudadanas, una denuncia judicial, la intermediación de Gobierno vasco (que subvencionó con 100.000 euros al Ayuntamiento de Gordexola para que adoptara medidas alternativas y procediera a la eliminación de resaltos) y de la Diputación alavesa, interpelaciones a las Juntas Generales de Bizkaia, reuniones con el propio Ayuntamiento de Gordexola, informes del sector de ambulancias y urgencias cuestionando estos elementos, campañas públicas de amplia repercusión mediática como la liderada por el vecino de Artziniega Mateo Lafragua… Pero el Ayuntamiento de Gordexola no solo no ha movido un ápice su postura estos años sino que tampoco ha adaptado muchos de sus badenes a la normativa sobre estos elementos.
Ahora, los Ayuntamientos de Artziniega y Aiara entienden que ha llegado el momento de que Gordexola cumpla sus promesas y una vez que ha realizado todo tipo de actuaciones tendentes a reforzar la seguridad de quienes circulan a pie por esa carretera, comience ya mismo a eliminar resaltos. Denuncian que no solo hay una evidente incomodidad y perjuicio para conductores o ciclistas que a diario circulan por esta vía, sino que se sigue poniendo en riesgo la salud y hasta la vida de quienes deben ser trasladados en ambulancia a Bilbao y atravesar estos ya, hoy, 20 resaltos. Un riesgo que por muy denunciado que ha sido, sigue estando tan vigente como hace más de quince años.