Hay un anuncio televisivo estos días en el que una de las protagonistas, la amama, sentada la familia en torno a la mesa navideña, suelta un expresivo: «¡Que le den a 2020!». Para bien o para mal, 2020 será un año que jamás olvidaremos. Salvando las distancias y consecuencias, será, para las generaciones presentes, nuestro año 36, el que fue para nuestras generaciones mayores y pasadas. Un año difícil de digerir y entender. Pero un año más en nuestras vidas. En el que nos hemos sentido frágiles y a la vez cercanos a los demás. Un año de grises, de matices, un año para la memoria individual y la colectiva.
Cada idioma, dentro de su riqueza, alberga palabras imposibles de traducir por otro, de dotar a su significado con otro término semejante. En lengua portuguesa hay uno que seguro conoces: saudade. Saudade es la ausencia, el anhelo. Saudade es una estado emocional entre la pena y la felicidad. Saudade mezcla la tristeza con los afectos. Saudade mezcla el sabor agridulce de lo que nunca volverá.
Saudade. Así es como podríamos resumir lo que nos dejará este 2020. Una mezcla de sentimientos. Ahora 2021 debe ser el principio del fin. Lo anhelamos. Artziniega, mejor o peor, ha sabido aguantar el envite de esta pandemia. No podemos bajar la guardia ahora, pero tampoco dejar de caminar. Actuar en presente y pensar en futuro. Porque 2021 tampoco va a ser fácil. Pero no por ello debemos perder de vista las ilusiones que tengamos. Como persona, como familia, como grupo, como pueblo. Como sociedad. Cuidaos mucho. Y cuidad. Nos vemos en 2021.
Feliz Navidad y mejor Año Nuevo.
Joseba Vivanco Retes
Alcalde de Artziniega
